¿Puede alguien arrepentirse y salvarse en su lecho de muerte?

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Importante saber que la idea de que una persona puede aceptar a Cristo en su lecho de muerte y salvar su alma, nace en el seno de la iglesia católica, siendo este pensamiento lo que dio fuerza a la invención de un purgatorio, lo cual fue una mentira mayor. A la luz de la biblia, no existe ningún apoyo doctrinal de que una persona que haya vivido toda su vida practicando el pecado y a últimos minutos de su vida, con sólo repetir unas frases como: Jesús te pido perdón, o te acepto en mi corazón, entonces esa persona es salva, la palabra arrepentimiento, no es un acto mágico como cuando pasamos un interruptor y enciende la luz. No es así, arrepentimiento bíblico, es tener conciencia de nuestra condición, que somos pecadores, que hay un Dios santo, justo, que esta airado por la forma en que vivimos, y ya estamos condenados al infierno por su justicia y por eso es que necesitamos un salvador. Llegar a toda esa conclusión no será posible sin antes escuchar la predicación del evangelio. (Romanos 10:17, Hebreos 4:12)


Nótese que en el libro de los hechos no vemos ningún Apóstol diciéndole a la gente: ¿Crees en Jesús? Ok repite conmigo esta oración, “NO”, ellos siempre llevaban el mensaje del evangelio, tanto a judíos como a los gentiles, y posterior a que ellos se sentían confrontados por la Palabra, entonces cuando creían y tenían un arrepentimiento genuino eran salvos, tal es el caso de la conversión de los 3000 en Hechos capítulo 2. Puede evaluar igualmente el segundo mensaje de Pedro en Hechos 3, luego de sanar al cojo que se sentaba en el templo La hermosa, la exposición del mensaje de Esteban cuando fue apedreado, cuando Felipe le predica al etíope, o cuando Pablo lleva su mensaje a los atenienses. Por otra parte cuando el carcelero se iba a matar en Hechos 16, cuando Pablo intercede para que no se quitase la vida, el hombre arrepentido le dice a Pablo ¿Qué debo hacer para ser salvo? Y al momento de creer en Jesús, no sólo se bautizó él y los suyos, sino que llevó a Pablo y a Silas a su casa, y el mensaje fue predicado, por tanto todos creyeron. De modo que el libro de los Hechos nos muestra lo que debo hacer para ser salvo, mientras que las epístolas contestan la pregunta qué debo hacer para vivir para Cristo después de ser salvo. Por tanto, no puede haber un genuino arrepentimiento si no hay una genuina exposición del evangelio. Cuando una persona pecadora está en su lecho de muerte, su mayor preocupación, no es Dios, ni a dónde pasara la eternidad. Su preocupación es que dejara este mundo en donde vivió toda su vida pecando, y haciendo todo lo que a Dios no le agrada. Su otra preocupación es su familia, sus amigos, sus riquezas, sus vanidades, no su alma. Entonces que nos hace pensar que aquella persona, sentirá en algún momento, la necesidad y la alegría de querer irse con Dios, si durante toda su vida lo que más odio en esta tierra fue a Dios. Eso bíblicamente, no es posible.

El ladrón al lado de Jesús en la cruz, no puede ser tomada como referencia, ya que ese único caso en toda la biblia cumplía con una misión profética de demostrar que estando Jesús en la cruz, solo a través de creer en El, los hombres llegarían al paraíso, mas nada. Por eso es peligroso que hagamos de esta historia una doctrina y una regla de salvación a último momento. Si analizan bien, la historia del hombre en la cruz, en él hubo un arrepentimiento genuino, desde el mismo momento que inicio su procesión hacia la cruz, cuando los levantaron, ya el hacía defensa de Jesús, de su otro compañero, e incluso fue el que expreso de todo su corazón a Jesús, que el quería que Jesús se acordara de él cuando estuviera en su reino, a lo cual Jesús le respondió, que hoy, mismo estaría con Cristo en el paraíso

Resumen:

El ladrón de la cruz, si anhelaba el cielo, a Jesús, y todas las cosas celestiales. En él había un genuino arrepentimiento. Hoy en día es diferente una persona en su lecho de muerte, es un pecador que va morir, pero alguien le ofrece repetir unas palabras para ser salvo, y obvio, él lo hace, así como alguien le predica a una persona en un hospital y así como cree en Jesucristo puede ver su cama adornada con cualquier clase de santos e imágenes, pero ¿Cómo llegara al cielo? ¿Con su mente carnal? ¿Con su corazón anhelando esta vida y no la eterna? Por eso hermanos, la verdad bíblica, es que Dios les ha dado a los hombres la vida para que tomen decisiones sobre su eternidad, para que con salud, se congreguen, vivan en santidad, dejen el pecado, y se entreguen al servicio a Dios. Pero muchos cuando tiene la salud, no hacen eso, lo que hacen es pecar, pecar, ofender a Dios día a día, vivir para satisfacer sus bajas pasiones y vanidades, entonces no creamos esa mentira católica de que unos minutos antes de su muerte, su condición va cambiar. Eso, no es verdad. Quien desperdicio su vida pecando, muchas veces muere feliz por la vida de pecado que tuvo.

Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día (2 Timoteo 01 : 12)

Si sufrimos, también reinaremos con él; Si le negáremos, él también nos negará. (2 Timoteo 2: 12)

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. (Santiago 1: 12)

Así que Jesucristo no es el comodín antes de la muerte, procuremos en vida vivir en santidad porque he aquí no sabemos el día ni la hora de su venida, y tampoco cuánto tiempo viviremos en esta tierra.

«El que vive para Cristo, morirá con Cristo, y reinara con Cristo»

David Durelia

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