Ante un mundo donde muchas personas se hacen llamar hijos de Dios, donde muchos repiten que Dios nos ama a todos tal cual como somos, donde pareciera una moda decir que todos vamos al cielo, debemos revisar a la luz de la escritura ¿Qué diferencias hay entre una criatura de Dios de un verdadero hijo de Dios?
Comencemos por lo primero en el libro de Génesis cuando se explica la creación, se detalla muy bien la especie animal, se menciona bestias, animales, reptiles, cuadrúpedos, aves entre otros. Pero la palabra “criaturas” en la Biblia se refiere a los seres humanos como creación de Dios, sin embargo esto no significa que todos somos hijos de Dios, pues somos criaturas de Él por medio de Adán, ya que él fue la cabeza de la raza humana, y por ende todo ser humano es descendiente de el
Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Pero para ser hijos de Dios no basta sólo con existir naturalmente, sino que los hijos de Dios deben tener un nuevo nacimiento espiritual, esto motivado a que nacimos con el pecado que nos separa de Dios.
Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron
Juan 1:12-13 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Juan 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
Cuando Dios crea a Adán y a Eva les dio un poder procreativo, es decir la multiplicación, de modo que toda la humanidad que existió, que está actualmente y existirá, nacen por la propagación humana. Todas las personas nacen bajo el pecado, es por eso que toda criatura tiene una inclinación a ser desobedientes, malvados, todos sus actos y deseos son contrarios a los de Dios
Romanos 8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Gálatas 5:19-21 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
Ahora el que es hijo de Dios ha renacido espiritualmente, ahora participa de la naturaleza de Dios, ya no está ligado o atado con el pecado Adánico, ni por su raza natural, ya que por medio del sacrificio de Jesucristo somos nueva creación, pasamos a ser hijos de Dios. El que persevera en sus caminos está libre de la ira de Dios y ahora se encuentra bajo el favor divino
Romanos 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Romanos 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Un punto muy importante por detallar es que Adán era la cabeza de la creación, pero ahora Cristo es la cabeza de la nueva creación (Sus hijos), muchos quieren escudarse en decir que Dios creó el mal, y no es así, el pecado es producto de la ausencia de Dios en la vida del hombre, es producto de la ambición de querer ser igual a Dios, es consecuencia de apartar la mirada de Dios. Así que tan cierto como lo que les acabo de escribir, es que Dios no es el Padre de todos, pues solamente los considerados hijos de Dios son los salvos por la fe en su hijo Jesucristo
Juan 1:12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;
De modo que si el hombre es salvo por fe, no entiendo como muchos creen que las buenas obras nos hacen salvos, fíjese nadie irá al cielo sólo por ir a la iglesia, nadie será salvo sólo por ser amable y buena gente, nadie será salvo por decir “Yo nunca he matado o robado” nadie será salvo por darle dinero al que le pide colaboración en el metro, tampoco por mérito humano, ni esfuerzo propio, somos salvos por la fe en Jesucristo nuestro salvador personal
Gálatas 3:26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
Tito 3:5-6 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador
Cuando una criatura se convierte en un hijo de Dios pasa a pertenecer a la familia de la fe, esta hermandad espiritual, es la única fraternidad que vale la pena en este mundo. El libro de los hechos nos muestra claramente que debe hacer una persona para ser salvo, mientras que las epístolas que escribieron los apóstoles inspirados por el Espíritu Santo, nos enseñan a cómo vivir luego de ser salvos, es lógico, después que la oruga pasa su metamorfosis y se convierte en una mariposa, ya no puede vivir ni hacer las cosas que hacía cuando sólo se podía arrastrar, el detalle está en que el verdadero hijo de Dios debe entender que la metamorfosis debe ser hasta el final, no es eventual ni por temporadas.
Ya es tiempo que estudiemos a la luz de la escritura, que si es posible vivir una vida que agrada a Dios, pero nunca podrá ser a nuestra manera, sino como está establecido en su Palabra, dejemos de seguir las corrientes humanistas, donde quieren ponerle un Súper amor a Dios, y que Él sólo es bueno, que Él sólo quiere ayudarte y cuidarte, que nos ama a todos por igual, que todos van al cielo, etc. La música del mundo te dice: No hay que llorar que la vida es un carnaval, vive la vida loca, a quien le importa lo que yo haga y yo diga, nunca cambiaré etc. Si te identificas con esta música y quieres seguir su ejemplo, adelante, siempre serás una criatura más del montón, sigue viviendo en el Narnia del pecado, pero no me cansaré de demostrar a la luz de la Biblia, que sólo serán salvos los verdaderos hijos de Dios, aquellos que pusieron su mirada en Jesucristo y no en los hombres, aquellos que decidieron guardar su mirada, sus manos, sus actos, su corazón de todo lo malo y de todo lo vano, aquellos que no negociaron la salvación por un plato de lentejas, aquellos que entendieron que lo terrenal es pasajero, pero lo espiritual perdura para siempre, aquellos que no callaban la verdad para congraciarse con el mundo, aquellos que no vivían una vida doble, aquellos que comprendieron que la eternidad inicia desde que empezamos a caminar con Cristo, aquellos apartaban tiempo todos los días para orar, para estudiar la biblia, aquellos que anhelaban el domingo para adorar a Dios y su Palabra junto con sus hermanos. Los cristianos los hijos de Dios, no es que fuimos más buenos que los demás, para nada, éramos pecadores también, pero llegó un día en que decidimos seguir a Cristo cueste lo que cueste, y ya nada nos podrá separar de Él.
Y tú ¿Seguirás siendo criatura de Dios o hijo de Dios?
Ismael Quevedo
CREATURA ambigua:
Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
¿Bajo el pecado Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden (Ro 8:7)
Nacimos con el pecado adánico, que nos separa de Dios: Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, permitiéndole Dios y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron (Ro 5:12)
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios (Gá 5:19-21)
Pero para ser HIJOS DE DIOS se debe tener un nuevo nacimiento espiritual:
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. (Jn 1:12-13)
Juan 3:6 Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. (Ro 8:1)
Romanos 8:34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Gálatas 3:26 pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
Tito 3:5-6 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador
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Excelente reflexión espiritual, porque yo desconocía de esto hasta que lo escuché hablar a una hermanas cristianas que me llamo la atención.
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