¿Qué sucede con los animales al morir?

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La Biblia nos da suficientes referencias para saber que los animales no tienen una vida después de la muerte, por eso la respuesta a esta pregunta no es difícil de aclarar. Muchas personas dedican sus vidas al cuidado y protección de los animales, quieren a sus mascotas y la hacen parte de sus familias (algo en lo que estoy de acuerdo), sin embargo quiero exponer las verdades bíblicas para que salgamos de esos inventos de Disney, de los mitos, las leyendas y supersticiones que han hecho pensar que los animales van al cielo, que se convierten en ángeles, que nos protegen, que reencarnan, etc.

“Los animales no surgieron de la evolución ni aparecieron por una explosión cósmica, todos fueron creados por Dios”

Génesis 1:20-25 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. Y fue la tarde y la mañana el día quinto. Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

En un acto divino y sorprendente estos versículos explican la razón por la cual los animales existen, todos son seres vivos creados por Dios con características y diseños únicos, algo imposible de atribuirle a la evolución o cualquier otra teoría, la Biblia enseña que fue durante el día 5 y 6 de la creación, que los animales estuvieron por primera vez en la tierra. Dios los creó según su género (macho y hembra) con instinto y con capacidad de reproducir su misma especie. Hoy vemos animales carnívoros, herbívoros y omnívoros, pero al principio no era así, toda especie que usted ve hoy en programas de televisión, se alimentaban de vegetación

Génesis 1:29-30 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así.

Dios también creó al hombre en el día sexto, pero en tres versículos se diferencia la composición del hombre y su posición por encima de toda la creación:

Génesis 1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Esta criatura (el hombre) sería distinta y especial, teniendo cierta apariencia de la realidad de Dios, pero careciendo de su plenitud, sería semejante según sus palabras, con una conformidad a Dios, pero no sería un exacto duplicado, no es que el hombre era un Dios pequeño, sino que estaría relacionado con Él y habría de ser portador de sus distintivos espirituales.

Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

El hombre fue creado como ser espiritual con capacidad para la inmortalidad, también fue creado como ser moral que lleva la semejanza de Dios, con intelecto, con facultad de razón y señorío. El hombre es un ser trino, compuesto de espíritu, alma y cuerpo. Sin embargo en la persona no regenerada su alma vive, pero no así su espíritu, este se encuentra en un estado muerto hasta que tengamos un nuevo nacimiento espiritual.

Génesis 1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Dios creó al hombre como un ser dotado de consciencia, autodeterminación y santidad (Eclesiastés 7:29; Efesios 4:24; Colosenses 3:10), Dios bendijo en especial la creación del hombre poniendo sobre él, la responsabilidad de fructificar, llenar la tierra y sojuzgarla. La creación quedó bajo su supervisión, donde era responsable de ella ante el creador, unas de sus labores fue colocarle nombre a todos los animales y manejar la naturaleza de tal modo que supliera las necesidades de todas las criaturas vivientes y de los seres humanos.

“En el capítulo 2 de Génesis, podemos leer una diferencia exclusiva de cómo fue creado el hombre”

Génesis 2:7  Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

El hombre comparte la misma sustancia de la tierra, pero no se convierte en un ser vivo hasta que recibe el divino aliento en su nariz, es una combinación de polvo y dimensión invisible, en el sentido que es inmortal. La palabra original usada para aliento es “Rúakj” que acá significa semejanza de espíritu, ningún animal recibió ni tiene el aliento de Dios, no tienen un espíritu que regresará a Dios, pero en el caso del hombre si (Job 34:14-15; Salmos 104:29; Eclesiastés 12:7). En el momento en que el pecado entra en la humanidad, la tierra fue maldita (Génesis 3:17), incluyendo todo su ecosistema, por tanto esto afectaría la naturaleza de muchos animales, nótese las palabras que Dios le dice a Noé al salir del arca:

Génesis 9:2-3: El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestra mano son entregados. Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.

Los animales no distinguen el bien y el mal, no tiene razón, ni pensamiento, sólo tienen instinto, ese impulso natural que provoca una acción sin conciencia de lo que hace, para un animal carnívoro su naturaleza es comer carne, mientras que para el herbívoro digerir plantas es lo que necesitan, a pesar de las consecuencias del pecado, los animales no tienen una responsabilidad ante Dios como los hombres, ellos están en una posición de inocencia y es por eso que un animal sin culpa alguna, fue sacrificado por Dios, para tapar la vergüenza (El pecado de Adán y Eva, lea Génesis 3:19) este acto no fue algo despiadado por parte de Dios, porque era el hombre quien debía morir, sin embargo esto muestra una sombra de Dios que un día daría muerte a un sustituto sin pecado (Jesucristo) para redimir a los pecadores. Los animales o las plantas no poseen espíritu, ellos pasarán por un fenómeno universal que marca la terminación de la vida. La muerte humana, sin embargo, fue distinta de la de los animales, ya que Adán no dejó del todo de existir, su muerte tenía dimensiones físicas, morales y espirituales, y por causa de su desobediencia la misma clase de muerte pasó a todos sus descendientes y a todo el género humano (Romanos 5:12).

La muerte humana no implica dejar de existir; más bien consiste básicamente en una separación entre lo físico y lo inmaterial, o sea, entre el cuerpo y el alma. La muerte espiritual es la separación del ser humano de su Dios. La muerte física fue resultado del pecado original, pero Adán no perdió la vida el día que comió del fruto prohibido, sino vivió 930 años (Génesis 5:5). Su muerte consistió en dejar de ser inmortal: comenzó a envejecer desde aquel momento y la muerte le fue inevitable. Se supone que si no hubiera desobedecido a Dios, hubiera sido inmortal, tanto física como espiritualmente.

Otro punto importante es que la Biblia no hace mención a que los animales van al cielo ni a un lugar de tormento, algo que sí se explica claramente con la vida de los hombres, por ejemplo: Mateo 8:12; 10:15; 11:22,24; 12:36; 13:42,50; 22:13; 24:51; 25:30; Marcos 6:11; Lucas 13:28; Lucas 16:19-31

Conclusión:

Toda la creación, el universo, la tierra y todo lo que habita en ella, es evidencia del poder y la existencia de Dios, los animales son tan sólo un grupo pequeño de lo que Dios hizo, pero tienen un tiempo limitado de existencia, ellos no están en el cielo, ni te están cuidando desde otro lugar, sencillamente dejaron de existir, es muy bueno ver a las personas esforzarse por cuidarlos, protegerlos y salvarlos, en una buena labor, pero sepa usted que esto ni lo hará salvo y tampoco un hijo de Dios, más importante aún que salvar a una especie en extinción, es salvar su alma. El evangelio anuncia la manera de pasar de muerte a vida (Juan 5:24) y cómo obtener la vida eterna (Juan 3:16). Si en esta vida el hombre no participa por la fe en la victoria de Cristo sobre la muerte, solamente le espera la segunda muerte, o aquella horrenda separación eterna de su Creador (Apocalipsis 20:15; 21:8).

Juan 8:32 Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres

Ismael Quevedo