El tema central, principal e indispensable de la Biblia es sin duda alguna Jesucristo, hoy en día el mundo se auto programó para decir que ama a Dios, que es hijo de Dios, que Dios es amor, que Dios es bueno, que Él los bendice, los cuida, entre otras, y es como si se ha vuelto una moda decir que todos son cristianos. Pero al momento de predicarles el evangelio a las personas, al exponerles el mensaje de la Palabra, muchos se sienten ofendidos, incomodados, y hasta les disgusta todo lo que le decimos, por la única y principal razón que le presentamos a Jesucristo como salvador, como Dios Santo y Justo, que quiere salvar al pecador, pero aborrece rotundamente su vana manera de vivir, la predicación del evangelio penetra el espíritu del hombre y le hace entender su condición de pecado, por eso no suena agradable para los oídos. Cuando muchos no entienden correctamente por qué Jesús vino a este mundo, escuchamos expresiones de torpeza y desconocimiento como: ¡Acaso yo lo maté! O ¡Yo no le dije que muriera por mí! El hombre que ignora el conocimiento de las sagradas escrituras, no sólo se expresa de estas formas, sino que muchos que tienen un bajo concepto del Hijo de Dios, terminan creyendo y aceptando cualquier doctrina de demonios que quieren tapar, rebajar y ocultar el único sacrificio eterno que hoy nos hizo libres del pecado, aquella evidencia extraordinaria de amor, que nunca nacería en el corazón del hombre, sino en Dios y que sólo sería posible a través de su Hijo
El estudio de la Cristología lleva al creyente a entender cuán importante y necesario es estudiar la revelación Bíblica del Señor y Salvador Jesucristo, somos salvos por gracia por medio de la Fe, y esa Fe la produce nuestro Señor, que crece cada vez más que profundizamos en el conocimiento de la Palabra. En Génesis 3:15 se anuncia la venida de un salvador, por primera vez dentro del Canon Bíblico nos aparece la única esperanza para la humanidad, donde se explica que satanás podría herir la simiente de la mujer en el calcañar (Hacer sufrir a Cristo) pero a su vez menciona que la simiente de la mujer, herirá en la cabeza a la serpiente (Cristo triunfando en la cruz y dando un golpe fatal a satanás) queriendo decir esto, que desde el Génesis hasta Cristo, la Biblia nos muestra la Fe por lo que venía, y de Cristo hasta el Apocalipsis, la fe por lo que vino.
Dios ha tenido que trabajar con hombres mortales, con personas que tenían una vida limitada, durante muchos siglos, para poder completar el plan de Salvación, Dios vio en Noé un hombre justo, y decidió salvarlo a él y a su familia para que la raza humana no quedara exterminada, pasado unas generaciones Dios hizo el llamamiento a Abraham, donde estableció su pacto perpetuo con él, y que fue renovado con Isaac su hijo, y luego con Jacob, cuyo resultado llevó a que se formara la nación de Israel, este pueblo fue libertado de la esclavitud egipcia, por un tipo de Cristo “Moisés” quien condujo bajo la dirección de Dios la salida hacia la tierra prometida, estuvo con ellos los 40 años en el desierto y durante todo ese lapso Dios entrega el decálogo o diez mandamientos a su pueblo Israel, Dios no era Dios universal, sino Dios de un sólo pueblo.
Posteriormente Dios levanta otro tipo de Cristo “Josué” quién introdujo a la nueva generación israelita que no pereció en el desierto, con muchas milagros y prodigios se establecieron en la tierra prometida, acabando con los pueblos enemigos que vivían en Canaán y sus alrededores, un total de 31 reyes (Josué 12:24). Cada vez que el pueblo se empecinaba en pecar, en volverse a ídolos paganos, Dios permitía que los enemigos de Israel los atacaran, los persiguieran y fueran derrotados, entonces Dios levantaba Jueces, que juzgaban al pueblo y a su vez encaminaban a los israelitas a no apartarse de los mandamientos y estatutos de Jehová su Dios.
Israel como nación desecha a Jehová, y pide un rey humano como los demás pueblos tenían (1 Samuel 8:7). Entonces inicia el periodo monárquico que comienza con Saúl como primer rey, luego David, el cuál es otro tipo de Cristo, no sólo salvó a Israel de la opresión de los filisteos, fue un hombre conforme al corazón de Dios (1 Samuel 13:14) y a pesar de sus pecados, de su linaje vendría el Hijo de Dios (Mateo 1:17) continua la historia con Salomón, la división del reino, la cautividad de la tribu del Norte por los asirios, la cautividad de reino del sur por babilonia, Jehová preserva a los Judíos en Babilonia, luego de la deportación o regreso de Babilonia, nuevamente se conecta con la visión, se mantiene la esperanza del anunciado Mesías por mucho de los profetas. ¿Cómo pues no decir que Jesús es el centro y tema principal en la Biblia?
Si todo apunta a nuestro Señor Jesucristo, ¿Cómo es que en muchas religiones se le considera como un profeta más? Es decir, por medio del conocimiento de Cristo, la aplicación que dan sobre Él, el uso de sus enseñanzas, la obediencia a sus mandatos, todo esto nos da referencia sobre las falsas doctrinas. (1 Juan 2:23 Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre) no necesariamente cuidarnos de religiones tan diferentes del cristianismo, como los hindúes, budistas o islamitas, más bien de las mucha iglesias “Cristianas” de para nada predican sobre el propósito, y el roll de Cristo para la iglesia de hoy, este post modernismo ha dejado penetrar al mundo, tanto que rebajan la imagen de Cristo a nivel de los hombres, se le llama mi panita, mi diosito, sólo dicen que Dios es amor, procuran utilizar todo tipo de artes, show y espectáculos para llamar la atención de las personas, un mensaje de paz y alegría para no incomodar a la gente, lamentablemente lo menos que hacen es llevarles el verdadero evangelio, puro entretenimiento, pura diversión, puro pasarla bien, preguntémonos ¿Iglesia cristiana sin Cristo?
Desde que somos salvos por gracia, la vida del creyente no puede continuar por sus propios medios, sería como que un león cachorro le dijese a sus padres, que él sólo puede sobrevivir en la naturaleza, un cristiano necesita de Cristo en todos los aspectos de su nueva vida, por ejemplo, sólo Cristo nos pudo justificar, Jesús fue hecho maldición por nosotros en la cruz del calvario, para que la justificación alcanzara a los gentiles (Gálatas 3:13-14) este acto soberano de Dios por su gracia y a base de su pacto, nos declara aceptos ante Él, pero sólo a los que creen en Jesucristo como Señor y salvador. También en Cristo somos santificados, los cristianos a diferencia del mundo deben vivir un vida apartada del pecado, tal como el ejemplo que nos dejó Jesús estando en esta tierra, nuestra naturaleza ha cambiado, por ende somos llamados a santidad en todas las áreas de nuestra vida, esto demanda esfuerzo permanente en nosotros y entendiendo que Dios nos irá perfeccionando hasta el final (2 Corintios 7:1; Hebreos 10:10; 12:13; 1 Juan 3:3) En Cristo somos vindicados, hemos sido perdonados por nuestros delitos y pecados, por eso como creyentes entramos en una posición de defensa por el evangelio y por nuestro testimonio, quien nos cambió la marca de pecadores a Santidad a Jehová fue el mismo Señor. En Cristo estamos completos, somos generosos, tenemos esperanza, somos fieles a Dios, son tantas pero tantas las cosas que hacemos y vivimos en Él, que debería ser notorio en cada hijo de Dios, que Cristo gobierna en el corazón del cristiano.
Si Cristo llena todos los espacios de nuestra vida, entonces Él no es una parte de nosotros, Él debe ser todo en nosotros, los frutos del Espíritu resaltan el contraste que existe entre el creyente, y un pecador común. Para alguien que no es salvo, piensa que muchos asesinos y ladrones deberían morir, sin embargo piensa que el no, porque el si tiene principios y valores, ahora el cristiano a pesar que no estaría de acuerdo con las acciones y actos macabros de estas personas, se preocupa por la salvación del alma, entiende que ante Dios es tan pecador el que miente como el que roba, el que chismea como el adúltero, ahora su posición es la de amor y compasión por los perdidos, sin duda alguna, una mentalidad que sólo cambia con un nuevo nacimiento.
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Una canción dice: Porque es necesario que todo te entregue, y no dejes nada para mí Señor, porque es necesario que yo mengue y que tú crezcas Señor. Wow que letra más profunda y cercana a la realidad del creyente, si Cristo no gobierna nuestra vida, no tiene sentido seguir a Cristo, los apóstoles pudieron conocer más íntimamente al Mesías, más que cualquier otra persona en la historia de la humanidad, pero con todo y eso, a pesar de su ausencia física pero no espiritual, los apóstoles sabían cuál era su meta, y se basaba en conocer cada día más a Cristo, el Espíritu Santo les revelaba e inspiraba al escribir las sagradas escrituras, pero muchas cosas que no comprendían al lado del maestro, la lograron entender con la venida del Espíritu Santo, ya no les importaba donde habrían de dormir, que trabajarían, que comerían, o con quién viajarían, sólo les importaba alcanzar la excelencia en el conocimiento de Jesucristo (Filipenses 3:7-8 Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo)
La esencia de la vida cristiana es conocer a Cristo, tener un corazón limpio y puro que agrade al Señor, que le adore, que le obedezca, que se preocupe por la eternidad y que desee el cielo, así como en una relación un hombre y una mujer se conocen, se conectan, no buscan sus propios beneficios y siempre hay comunicación, de esta misma forma debe ser el estilo de vida del creyente, para conocer a Dios es necesario el estudio correcto y profundo de las sagradas escrituras, dedicar tiempo a la oración, escuchar prédicas, esforzarnos en la obediencia, sólo así sabemos que el Señor se agrada en nuestros actos, y que a pesar del proceso o la prueba que se nos presenten, su presencia nos acompañará en todo momento
Es importante conocer nuestra posición, Cristo es el Hijo unigénito de Dios, nosotros somos hijos por adopción, pero ni somos iguales a Cristo y mucho menos mayores que Él, parte del ejemplo que Jesús nos dejó fue su humildad y servicio. Él se rebajó a esta condición humana, despojándose de toda su Gloria para habitar con simples mortales, nunca fue altivo ni soberbio, dio enseñanzas claras de ser un buen líder y de ser servicial, los apóstoles se vieron en ese ejemplo y podemos notar un cambio de conducta 360° grados después que el Espíritu Santo finalmente comienza a morar en sus vidas, todos enfocados en predicar el evangelio y que nadie pusiese la mirada en ellos sino en Cristo.
Jesucristo Hijo de Dios, reinará por siempre, Él salvará a todo aquel que en él crea, y decida caminar con él hasta el final, en santidad, obediencia y testimonio veraz que fue un verdadero cristiano, esto conjuntamente llevará sufrimientos, aflicciones, padecimientos como los tuvo Cristo, pero descansamos en sus palabras “Confiad, yo he vencido al mundo” Dios nos permita llegar al nivel de Pablo, de Pedro, de Juan, de todos los valientes de la primera iglesia, donde nada los pudo separar del amor de Cristo, ellos son el ejemplo más claro que cuando vivimos para Cristo, nadie nos arrebatará de su mano
¡Te amamos Señor Jesucristo, ven pronto por tu iglesia!
Resumen del curso Cristología Bíblica CFT